A veces uno se acotumbra tanto a sufrir por alguien que probablemente ni te merece, y te olvidas que probablemente frente a tí hay alguien que merece todas tus sonrisas.
Siempre hay el miedo de volver a confiar, siempre hay el miedo de volver a caer, pero mientras dure la montaña rusa de hermosos sentimientos que más da apostar por algo.
No escribiré mucho de esa persona, pues creo que cada vez que escribo de alguien se va, y esta vez quiero que se quede junto a mi. Ahora ya viene a vivir a acá y más feliz no puedo estar. Esta persona ha sacado el lado romántico que hay en mi, ha sacado esa cursilería que es hermosa expresar.
Hoy por hoy puedo decir que cuento los días para que vuelva. Hoy por hoy estoy feliz.